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Condenaron a cuatro policías por la cinematográfica fuga de presos en una comisaría de La Plata

Se trata de un caso del año 2011 que, desde La Plata, conmocionó al país. Detalles asombrosos de un expediente que no deja de generar sorpresas.

Una pena de tres años de prisión en suspenso recayó sobre cuatro policías por la fuga de dos detenidos de la comisaría Primera de La Plata, hecho ocurrido en el año 2011 y que fue tema central en los medios de comunicación de todo el país. Todos los detalles del juicio oral.
Las condenas fueron para Franco Daniel Panne y Marcelo Cifuentes, por el delito de “falsedad ideológica de documento público” mientras que Cristian Eduardo Silva y Raúl Alberto Moreno fueron sentenciados por el delito de “cohecho”, es decir, cobrar coimas.
El hecho fue denunciado el día 2 de agosto del año 2011. La fiscal que investigó y procesó a los policías fue la titular de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio (UFIJ) 7 de La Plata, Virginia Bravo.
En la etapa de juicio la acusación estuvo en manos de la fiscal Silvina Langone quien requirió la pena aplicada por la jueza Claudia Grecco, titular del Juzgado Correccional 4 de la capital bonaerense. Además, la magistrada determinó que los cuatro condenados deberán someterese al control bimestral del Patronato de Liberados.
Claudia Grecco, jueza titular del Juzgado Correccional 4 de La Plata.
Silva y Moreno también quedaron inhabilitados de por vida para el ejercicio de la función pública. Mientras que Panne y Cifuentes deberán correr con las costas del proceso.
Como agravante de la pena la fiscal ponderó “la pluralidad de” personas que intervinieron en el hecho solicitud que fue avalada por la jueza que dictó la condena por la fuga de presos.
Con el avance de las evidencias la funcionaria judicial procesó a siete uniformados por la escandalosa fuga de dos presos a través de un agujero que hicieron en una pared lindante con una vivienda familiar. El tercero, que es obeso, quedó atascado en el boquete.
Los dos que se habían fugado (Jorge Rafael Almirón y Adrián Saúl Rivero), fueron recapturados en poco tiempo. En sus declaraciones ante la fiscal revelaron una trama rapaz. Dijeron que personal policial le facilitó la fuga a cambio de una fuerte suma de dinero y de futuros “trabajos” a modo de contraprestación.
La fiscal Bravo procesó y citó a indagatoria a los efectivos Cristian Eduardo Silva, Raúl Alberto Moreno y Guillermo Diego Salas por el delito de “cohecho”. En tanto, el comisario Marcelo Tidoni, estuvo sindicado por la fiscal bajo el cargo de “favorecimiento culposo de evasión”.
Silvina Langone, fiscal de juicio de La Plata.
Y finalmente, los uniformados Franco Daniel Panne, Marcelo Cifuentes y Patricio Masana fueron procesados por “falsedad ideológica de instrumento público”. Masana fue condenado en la causa por el millonario robo a la vivienda del ex intendente de La Plata, Julio Garro.
Para la fiscal Bravo, el escape no pudo haberse concretado “sin la evidente colaboración del personal policial de la dependencia”.
Al ser indagados, los tres internos revelaron que tardaron tres días en realizar el boquete con herramientas que les proveyó personal policial. También dijeron que hubo un pacto previo: les prometieron que ganarían su libertad a cambio del pago de cincuenta mil pesos. El policía Salas fue apuntado como el “recaudador” del acuerdo.
Marcelo Tidoni resultó sobreseido por prescripción de la acción penal.
Los internos contaron que el acuerdo con los policías de la Primera implicaba que, una vez que los tres presos hubieran ganado la calle, debían cometer tres hechos delictivos: asaltar oficinas donde funcionaba “una mesa de dinero”, a un “prestamista” y a una “pareja de ancianos” que cobraba pensiones y jubilaciones europeas. “Él en dólares, ella en euros”, se detalla en el reciente veredicto al que accedió un portal local de noticias.
Los presos tuvieron que perforar los 30 centímetros de la pared más 10 centímetros del hormigón de la celda. La sospecha de complicidad policial siempre presente, por el tiempo que tardaron y el ruido que seguramente hicieron.
Los dos evadidos salieron al patio de la casa de Miguel Ignomiriello, gloria de Estudiantes en la década del 70, quien vive en la vivienda lindera a la seccional.
Antes de la una de la madrugada de aquel día, los Ignomiriello saltaron sobresaltados de la cama. En minutos, su casa era “un mundo de policías”. Requisaron los fondos de la vivienda y encontraron una escalera con la que los prófugos subieron a los techos y desde allí ganaron la calle.
Expandieron la alerta radial por toda la región y se dispuso un operativo cerrojo. Rivero fue hallado minutos después de las tres de la tarde del 2 de agosto de 2011 en su propia casa, ubicada en el Barrio Náutico (ex Barrio Chino) de Berisso, manzana 2 casa 28.
Almirón, con domicilio en Romero, fue capturado unos días más tarde.
Aquella fuga fue advertida en los primeros minutos del 2 de agosto de 2011, en el momento en el que un efectivo procedía a encerrar en las celdas a los reos, lo que en la jerga se conoce como “engome”.
En el calabozo había once detenidos. El protocolo indica que cada noche los presos son encerrados en sus respectivas celdas y a la mañana siguiente nuevamente se les abre la puerta para que puedan salir al sector de encierro común. Rivero y Almirón “salieron al patio de la casa vecina y luego fugaron, creemos que por los techos”, relató entonces el ex titular de la Distrital Centro de La Plata, Daniel Piqué.
El entonces titular de la dependencia Marcelo Tidoni fue desvinculado del caso por la prescripción de la causa. En la defensa lo asistió el abogado Julio Beley. La causa prescribió por el paso de tiempo y como indica el marco legal vigente, el uniformado fue sobreseído. Otro caso de impunidad por el paso del tiempo.

Fuente: 0221

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