En el marco de la dura crisis económica que atraviesa el país, los salones y casitas de fiesta de La Plata buscan alternativas para atraer a los clientes, que cada vez hacen menos reservas y, al mismo tiempo, prescinden de los servicios adicionales para no gastar de más.
El impacto de la recesión que se vive desde que comenzó el año quedó evidenciada en un reciente informe publicado por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), que advirtió que el 57% de los comercios de la ciudad registró mermas en sus ventas durante los primeros 3 meses de 2024. De igual modo, el último indicador de actividad económica publicado a principios de junio por la Universidad reveló una caída de la masa salarial del 16,6% en ese mismo periodo, lo que impacta directamente en el sector comercial y de servicios, y los salones que alquilan su espacio para eventos no son la excepción.
En ese marco, el rubro de las casitas de fiestas infantiles no escapa a la crisis y enfrentan momentos difíciles por la estrepitosa caída de las reservas.
Las reservas cayeron hasta un 60% en algunas casitas de fiestas de La Plata.
Una de las casitas de fiestas infantiles donde las reservas cayeron abruptamente es Ivikus Eventos. En diálogo con un portal local de noticias, el propietario del salón ubicado en 55 entre 13 y 14 explicó que las contrataciones “bajaron aproximadamente un 60%” en los últimos meses. En esa línea detalló además que “muchas personas preguntan si se pueden omitir los invitados adultos y reservar el salón solo para chicos”, como un modo de reducir costos y hacer más accesible los festejos.
La situación es aún más compleja en Bartolo, el salón de eventos de la esquina de 10 y 40, donde aseguran que las reservas bajaron significativamente, mientras que el alquiler, la luz, el gas, el seguro, los sueldos de los empleados y las cargas sociales no dejaron de aumentar.
“Tenemos una baja de entre diez y quince fiestas menos por mes que el año pasado. La gente consulta y sigue”, remarcó Nacha Stevani, la dueña del emprendimiento de fiestas infantiles, que ejemplificó la situación: “Una bolsa de caramelos para la piñata de diciembre a esta parte sale cinco veces más, entonces se ve afectada la actividad”.
Las reservas bajaron significativamente, mientras que el alquiler, la luz, el gas, el seguro y los sueldos de los empleados dejaron de aumentar.
En ese sentido, explicó que “en Bartolo están los mozos, una persona en la cocina y la animación, son seis o siete familias que dependen de cada fiestita y esta situación repercute en lo que cada uno se lleva en el mes”.
Con menos dinero en los bolsillos, las familias apelan a distintas opciones para hacerle frente al costo de organizar una fiesta de cumpleaños. En ese marco, los empresarios del sector apuntan que en los últimos meses sus clientes han comenzado a optar por prescindir de servicios que por lo general se contratan por fuera del salón, como es el caso de las ambientaciones o los espectáculos que hacen los magos y personajes de superhéroes. También se recorta en comida y se invita menos cantidad de personas.
Tenemos una baja de entre diez y quince fiestas menos por mes que el año pasado. La gente consulta y sigue Tenemos una baja de entre diez y quince fiestas menos por mes que el año pasado. La gente consulta y sigue
“Cada vez hay menos decoración con globos y regalitos para los nenes. Se usa hacer pochoclos que es mucho más barato que una bolsita con golosinas. Muchos directamente no llevan alcohol ni gaseosas, llevan un bidón de agua con sobrecitos de jugo. Se trata de economizar de todas maneras”, completó Stevani al respecto.
Los pochoclos se convirtieron en una alternativa de “souvenir” para achicar gastos al momento de celebrar un cumpleaños en una casitas de fiesta.
En el caso de El Paraíso, la casita de fiestas localizada en 14 entre 48 y 49, la situación es un poco más esperanzadora: “Al mantener precios coherentes para los clientes estamos trabajando bastante bien”, indicaron.
No obstante también reconocen que “se nota la diferencia con el año pasado” y que “la gente no festeja tanto como antes pero nosotros nos podemos mantener por lo que venimos trabajando”. En esa línea, deslizaron que hay aproximadamente cinco o seis fiestas menos por mes que el año pasado.
