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Una de las víctimas de los abusos de Lucas Puig en La Plata rompe el silencio

La joven es una de las denunciantes del caso en el que fue condenado Lucas Puig por corrupción de menores. Era alumna en el Jardín San Benjamín de La Plata.

En 2010 la hoy adolescente de 18 años tenía apenas 4. Un domingo familiar venció sus temores y contó lo que estaba padeciendo: abusos sexuales en el jardín de infantes del Colegio San Benjamín de Los Hornos, al sur de La Plata. Ese 14 de marzo su vida y la de su familia cambiaron para siempre, con angustias que persisten.
Por este caso, en primera instancia, fue condenado el docente de música Lucas Puig a 35 años de cárcel. La sentencia fue confirmada en Casación, pero no la calificación legal. El Tribunal ordenó realizar un nuevo juicio de cesura, aunque el acusado falleció el pasado 9 de mayo producto de una enfermedad terminal. La familia de la joven no se opuso a que le den al arresto domiciliario para que acceda a tratamientos médicos.
Productos del juicio oral desarrollado en la sede del fuero Penal de La Plata, el Tribunal Oral Criminal (TOC) N° 1 ordenó que se abriera una nueva investigación sobre otra docente que ya fue imputada en el expediente que tramita en la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio (UFIJ) N° 16 de La Plata a cargo del fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta. En el marco de esa nueva investigación declaró la joven cuyos datos, aunque ya es mayor de edad, se mantendrán en reserva para preservar su privacidad. La Justicia dio por acreditado que fue víctima de corrupción de menores dentro del ámbito escolar.
Lloró durante toda la entrevista con un portal local de noticias mientras sus abogados la contenían de cerca. Señaló que fue “muy duro” todo el proceso judicial que incluyó dos juicios orales, situación que fue informada por este medio en reiteradas oportunidades. Aseveró que ni ella ni su familia le desean la muerte a nadie, que buscan justicia y sobre las víctimas infantiles de abusos sexuales exclamó entre llantos: “Nosotros estamos muertos en vida”.
La víctima de los abusos junto a sus abogados. Por el caso fue condenado Lucas Puig
—¿Cómo estás vos?
—Bien. Siempre recalco que todo es un sube y baja de emociones, no es algo lineal, pese a que desde muy chiquita estoy con ayuda psicológica y apoyo familiar. A veces tengo buenos días, tranquila, bien, y de repente están esos días de bajones, creo que por ver la ignorancia de la gente, como pueden ser tan crueles con alguien que realmente fue una víctima. Hay mucha gente mala que ante los hechos que ya fueron comprobados ponen en tela de juicio qué fue lo que pasó.
—¿Qué sentís vos con que se ponga en tela de juicio a la víctima?
—Terrible. No puedo entender como hay gente con odio contra criaturas de 3 y 4 años, de ir contra la víctima, porque inventamos, porque son cuentos de terror. Desde que se inició esta causa en 2010, que fue cuando pude hablar, se nos recalcó, a mí y a los otros chicos, siempre lo mismo. Cada uno es libre de tener su opinión, pero ya es algo que no lo puedo comprender.
No puedo entender como hay gente con odio contra criaturas de 3 y 4 años, de ir contra la víctima No puedo entender como hay gente con odio contra criaturas de 3 y 4 años, de ir contra la víctima
—¿Cómo transitaste todos esos años hasta que llegó la decisión del Tribunal I de La Plata?
—Fue durísimo, la verdad es que desde muy chiquita estoy metida en todo esto. Tanto yo como mi familia. Siempre era el constante hablar con psicólogos, peritos, abogados, jueces, y siempre sentí que nadie me escuchaba ni a mí ni a los otros chicos que se han animado a contar. La realidad es que es muy duro enfrentarse ante esto porque no es solamente volver a repetir la situación una y otra vez con preguntas que quizás no van tan al caso, si no exponerte a tanto. Este tema de que siempre se haya puesto en juego si le creemos o no le creemos y eso cuando era más chica, creo que a todos los que nos pasa lo afrontamos de la misma manera, es durísimo porque vos como nene, no podés entender que hay gente grande que a vos no te está escuchando.
—¿Cuántas veces tuviste que contar lo mismo y volver a revivir en palabras todo lo que te pasó?
—La verdad ya perdí la cuenta, es verdad que en estos últimos años siempre he declarado ante el tribunal o bueno, la gente que me ha querido escuchar, pero desde muy chiquitita desde que tenía cuatro años y innumerables veces.
En La Plata ha habido muchas marchas y manifestaciones clamando la inocencia de Luca Puig, el docente condenado
—Ahora hay un nuevo proceso por el que ya declaraste en sede judicial, otra vez tuviste volver a contar lo mismo ¿qué significó para vos?
—Siento que siempre me pasó lo mismo. Nunca tuve problema en declarar, pero sí es verdad que a pesar de que ya uno crezca, con los años es muy duro. Igual vuelve la angustia es como que si te volvieras a transformar en un nene, que se lo está contando a su mamá en mi caso. Es difícil, uno a veces llora tiene sus momentos de confort, pero bueno, es imposible no quebrarse. En realidad esta causa la abrió el Tribunal cuando se dictó la sentencia en 2022, entonces es verdad que a mí nadie me obligó a declarar, pero esta gente no puede quedar impune, ni Silvina Díaz y toda la gente que fue cómplice de todo esto que a nosotros nos pasó.
—¿Cuál era el papel de Silvina Díaz dentro del aula?
—Silvina lo que menos hacía era cuidar a los nenes. Cumplía muchos roles dentro del abuso y lo que yo le dije al tribunal es que Silvina Díaz nos violó de igual manera que nos violó Lucas Manuel Puig. Porque más allá de no cumplir el rol de maestra que tenía, que era cuidar a los nenes o leer cuentos o cantar canciones o hacer cosas que hacen los infantes hacía todo lo contrario nos entregaba. Cuando le contamos lo que Lucas nos hacía, hacía oídos sordos y también ella participaba de los abusos y nunca nadie hizo nada por parte del jardín.
Lo que yo le dije al tribunal es que Silvina Díaz nos violó de igual manera que nos violó Lucas Manuel Puig Lo que yo le dije al tribunal es que Silvina Díaz nos violó de igual manera que nos violó Lucas Manuel Puig
—¿Qué rol tenía en el ataque?
—Todo. Siempre comento lo mismo: los abusos se daban en distintas partes del jardín, está todo en la causa, ella participaba de algunos, quizás cuando era más que todo en grupo y bueno, ella acompañaba a Lucas Manuel Puig con las violaciones que a nosotros nos hacían y no quedaba otra opción que hacer lo que ellos decían. Si gritábamos podríamos decir que la ligábamos peor nosotros. Los abusos y las violaciones físicas ya eran más fuertes. Ni hablar de todas las amenazas por las cuales pasábamos nosotros de parte de los dos. Silvina Díaz cumplía muchos roles en el abuso y fueron más de diez veces. Es lo que siempre repito, las violaciones no ocurrían una o dos veces al día, en toda la jornada del jardín sucedía muchas veces y ella era gran parte de esos momentos.
—¿Qué sentiste cuando terminaste de declarar en la nueva causa?
—Son sentimientos encontrados siempre que declaré. Al principio cuando me siento en la silla y empiezo a hablar lo primero que hago es demoror, es lo primero que me sale. La verdad es que lamentablemente estoy muy acostumbrada a estos hechos, entonces es simplemente respirar y después ya sale solo porque la gente que va con la verdad es así. Cuando termino de declarar es como una liberación porque es como “bueno ya cumplí con mi deber como víctima” porque esta cosa de siempre “está dispuesto a declarar, querés seguir con la causa”. Yo en lo personal no puedo decir que “no” a pesar de que es un momento horrible. Muchas familias no se atreven a pasar por lo que nosotros realmente pasamos, por ataques, ni hablar los traumas que nos quedan a los chicos, porque a pesar de que uno crezca, uno crece con eso desde bebé porque era lo que éramos, bebés y mucho ataque por parte de todo el mundo, desde supuestos profesionales, ni hablar de la gente, maestras, el Colegio, es una locura porque no es fácil seguir. Realmente me parece irónico como hay gente grande que pone en tela de juicio que una criatura de tres o de cuatro años fue violada.
Justina Briasco y Marcelo Botindari, abogados de la menor abusada cuya vejación fue confirmada en sede judicial.
La joven lleva consumidos varios vasos de agua y paquetes de pañuelos de papel. En un clima de profundo dolor juvenil, se toma unos segundos para respirar, recobrar fuerzas y seguir adelante, algo que lamentablemente ya conoce desde muy pequeña.
“Esas cosas (los abusos sexuales infantiles) no se pueden inventar. Una vez me dijeron que yo contaba una historia de terror. Yo no la cuento, yo la viví, y mis compañeros obviamente. Hoy en día, ya siendo grande, poniéndome a pensar cómo puede haber profesionales ya sea que trabajen en la justicia o que trabajen para que hagan este tipo de planteos a una criatura chiquita, porque yo era chiquita, siempre estuvo la constante violencia, también siempre hubo mucha violencia por parte de la sociedad, ni hablar de las marchas que ha habido en su momento, cuando recién tuvimos en el primer juicio, vinieron gritando Lucas Manuel Puig a la puerta de mi casa y siempre es una constante violencia hacia la víctima, hacia la familia, es una locura”.
—Hay un sector de la comunidad educativa que siguen apoyando a los docentes acusados.
—No les diría nada porque siento que con esta gente no se puede conversar, porque yo no les tengo que decir nada, está todo público la sentencia. Alguien puede ir a leerlo, puede buscar, pero no sé si no les interesa o si de lo que siempre se agarran es que ellos conocen o conocían a los violadores estos que teníamos de profesores y por ende ellos no, no lo habían hecho. A ellos no les debo nada, yo ya lo hablé con un tribunal, lo hablamos con un tribunal que nos escuchó y que hizo justicia con lo que realmente se debia hacer justicia después de años de proceso. Pasamos un montón de cosas terribles, a veces no podés caminar tranquilo por la calle. Que lean, está todo público, que tengan un poco de empatía. Éramos bebés, no tenemos una cabeza, ninguna criatura lo tiene para inventar semejante barbaridad. Y a pesar de los años siempre mantuvimos lo mismo. Y es muy muy frustrante ver como hay gente que defiende a estos violadores y que sigue estando en la educación.
Éramos bebés, no teníamos una cabeza, ninguna criatura la tiene, para inventar semejante barbaridad Éramos bebés, no teníamos una cabeza, ninguna criatura la tiene, para inventar semejante barbaridad
—¿Qué mensaje querés dejar?
—Que escuchen, que, si son papás, si son mamás, si son tíos, son abuelos, se pongan un poco en el lugar de la familia y de las víctimas, porque no dejamos de ser criaturas que viven un hecho terrible y que nunca nadie las escuchó y que siempre se les puso en tela de juicio, si lo que había pasado era verdad o no, luchando con que una no puede dormir, no está tranquila, a pesar de que pasen los años una ya crece con eso entonces el desarrollo como persona, como adultos, es mucho más difícil porque quizás vas entendiendo cosas que en ese momento no lo entendías. Lucas Manuel Puig, ya falleció y no tengo mucho más para agregar. La verdad es que nunca le deseé la muerte porque nosotros estamos muertos en vida. Él se murió y ya está, nosotros tenemos que seguir peleándola acá con toda esta gente que no sabe lo que pasamos nosotros y lo que pasa nuestra familia y esto nos va a seguir acompañando hasta que nosotros nos muramos también y estas personas no se merecen tener la paz o la tranquilidad de salir caminando por la calle porque nosotros no la tenemos. Y a nosotros nos robaron todo. A nosotros nos han robado nuestra infancia, nuestra tranquilidad, nuestros sueños, muchas cosas que no son fáciles de volver a reconstruir. Uno con el tiempo lo logra porque crece, porque entiende, porque está con profesionales, porque entiende que realmente hay gente que le cree, pero a nosotros no nos queda otra opción que seguir viviendo con este dolor que tenemos y que es algo que nunca se va a ir. Por eso tantas veces lo contamos, lo tenemos grabado como una película de principio a fin. Y a mí todo ese año y pico que sufrimos, no me lo va a sacar nadie nunca. Nos merecemos tranquilidad. Nos merecemos paz y nos merecemos que realmente sea justicia por nosotros y por probablemente tantos que no se hayan animado a hablar.

Fuente: 0221

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