El comisario Walter Jonatan Medina y el subteniente Marcelo Albarracín, los policías procesados por varios delitos que se pueden resumir en “hurto calamitoso”, declararon ante la fiscal del caso con el objetivo de despegarse de las graves acusaciones que pesan sobre ellos: apoderarse de bienes de una mujer fallecida en el barrio La Loma de La Plata.
En su indagatoria, el subalterno Albarracín dijo que nunca fue hasta la casa de la mujer fallecida a sacar fotos, tal como declaró la hija de la víctima, pero reconoció que le pidieron las llaves del departamento para preservar el lugar.
Por su parte, el comisario Medina, que cuenta con la defensa de los abogados Christian Romano y Juan Pesquera, rechazó las acusaciones. En el departamento de la mujer fallecida se encontró una huella del extitular de la comisaría Cuarta, quien reconoció haber estado en el lugar pero dijo que corrió un frasco de perfume para evitar que se rompa.
Juan Pesquera y Christian Romano, abogados del comisario de La Plata detenido por “hurto calamitoso”.
Ambos policías cumplían funciones en la comisaría Cuarta de La Loma. Fueron detenidos y procesados en el marco de un insólito hecho que los tiene involucrados como los autores de una maniobra de película para apoderarse de los bienes de una mujer fallecida.
Medina y Albarracín deben responder por los delitos de “hurto agravado por haber sido cometido en ocasión de un infortunio particular del damnificado en concurso real con incumplimiento de los deberes de funcionario público”; “hurto agravado por haber sido cometido con la utilización de llave verdadera previamente sustraída en concurso real con incumplimiento de los deberes de funcionario público” y “hurto agravado por haber sido cometido con la utilización de llave verdadera previamente sustraída en grado de tentativa en concurso real con incumplimiento de los deberes de funcionario público”.
Betina Lacki, fiscal del caso.
En el marco de la investigación se realizaron tres allanamientos, uno en la seccional policial ubicada en diagonal 73 entre 21 y 22. Los otros dos se ejecutaron en las viviendas particulares que los acusados poseen en la bucólica localidad de City Bell.
Esta trama tiene su inicio en la tarde del 6 de mayo pasado, cuando una comitiva policial se acercó a corroborar una denuncia por una mujer fallecida en el interior de un departamento ubicado en La Loma. De acuerdo a la acusación, uno de ellos se apoderó de un manojo de llaves.
Días después, volvieron al lugar, llaves en mano, y sustrajeron “un boleto de compra venta por una propiedad de la localidad de Etcheverry y un vehículo marca Fiat modelo Mobi de color blanco, dejando otros elementos preparados en cajas en el interior del departamento, consumando de este modo el desapoderamiento”, detallaron fuentes del caso ante la consulta de un portal local de noticias.
Pero el plan criminal continuó. En la noche del 14 de mayo, una pareja ingresó a la vivienda que la mujer fallecida poseía en Etcheverry. Lo hicieron “mediante la utilización de la llave verdadera que tenían”. Se cree que el motivo era apoderarse de objetos de valor, pero no lo lograron. La maniobra “fue advertida por un vecino que se acercó hasta el domicilio, retirándose los mismos de la vivienda”, explicaron a este medio.
Tras enterarse de la muerte, la hija de la mujer fue convocada por personal policial para que se dirigiera a la comisaría Cuarta. Allí le solicitan la entrega de las llaves del departamento de su madre y se las devolvieron el 21 de mayo.
Cuando la mujer volvió a la casa de su madre, descubrió que el auto no estaba. Además, al entrar al domicilio, encontró todo revuelto. “Algunas de las pertenencias que eran de mi madre se encontraban guardadas en cajas, algunas de esas cajas se encontraban arriba de la cama donde habían encontrado fallecida a mi mamá, resultando que fue una persona que ingresó al departamento luego de lo ocurrido”, declaró en sede judicial.
También señaló que cuando fue a retirar las llaves a la comisaría, “el subteniente Albarracín me informó que se había acercado al edificio a tomar fotos”. “Cuando le pregunté si había ingresado o si había sacado fotos solo de afuera, me respondió que le había sacado fotos al edificio, no especificando”, agregó.
En otro orden, también le informó que “algunos vecinos del edificio”, sin especificar quién o quiénes, “se habían acercado hacia él a informarle que” la pareja de su madre “había ido al departamento en diferentes oportunidades”.
Ante esa situación, la mujer realizó la denuncia tanto en sede judicial como en Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad provincial para que se determine quién fue el que ingresó al departamento, “ya que nadie estaba autorizado a ingresar”, explicaron allegados al caso.
Tras colectar todas las evidencias científicas y testimoniales, la fiscal Lacki solicitó los allanamientos y detenciones de los policías sospechados, medidas que fueron avaladas desde el Juzgado de Garantías 4 de la capital provincial, a cargo del magistrado Juan Pablo Masi.
La fiscal indagó a los sospechosos que permanecerán detenidos hasta que analice si solicitará o no la prisión preventiva de los imputados de graves delitos por ser servidores públicos.
