Continúan las repercusiones por la salida del ahora exarzobispo de La Plata Gabriel Mestre, quien renunció por pedido del papa Francisco. En medio de las repercusiones y especulaciones, su predecesor, monseñor Héctor Aguer, difundió un artículo titulado “Rarezas eclesiásticas”, en el cual se refirió al asunto y remarcó que fue echado de su cargo.
“El pontificado de Francisco está lleno de rarezas. En esta nota llamaré la atención sobre una de ellas. Monseñor Gabriel Mestre fue obispo de Mar del Plata, promovido luego al Arzobispado Metropolitano de La Plata, donde duró ocho meses y medio”, comienza el texto.
En ese sentido, contó que la noticia “causó pena a los sacerdotes platenses, que habían sobrellevado con paciencia el quinquenio de Víctor Manuel Fernández, amigo del Papa, ahora cardenal y que ocupa el sitio que durante muchos años ejerció el eximio teólogo Joseph Ratzinger, luego Benedicto XVI”.
Sobre la renuncia de Mestre, el Arzobispo Emérito de La Plata resaltó que desde el Vaticano solo se informó que el papa Francisco la había aceptado y que “no se dieron más detalles”. “La verdad es que el Papa le pidió la renuncia, dicho groseramente, lo echó”, continuó.
Héctor Aguer se refirió a la salida de Gabriel Mestre del Arzobispado de La Plata
Asimismo, se refirió a la “rareza” que “ha victimizado” a Mestre, al tiempo que citó la carta que difundió el día de su renuncia: “Después de confrontar algunas percepciones distintas con lo acontecido en la Diócesis de Mar del Plata desde noviembre de 2023 hasta la actualidad, el papa Francisco me pidió la renuncia a la sede platense”, lo que hizo “con profunda paz y total rectitud de conciencia ante Dios”.
Para Aguer, en la renuncia de Mestre “lo extraño o raro es que al parecer se lo separa del Arzobispado por lo sucedido en Mar del Plata cuando Mestre era el obispo. ¿Se equivocaron, entonces, al promoverlo?”. “El disimulo romano, que tiene hondas raíces, ahora suma los hábitos jesuíticos. Esta falsa discreción da lugar a la sospecha apresurada, que por lo general tiene dos materias: problemas financieros o sexuales”, continuó.
A su vez, manifestó: “Me gustaría saber si el cardenal Fernández, que como dije es amigo del Pontífice, ha tenido algo que ver en este asunto disparatado”, agregó y luego lamentó que “Roma se ha argentinizado, para desgracia de los argentinos, y ofusca la libertad, que es un don de Dios”. Es por eso que exigió que “los sacerdotes y los demás fieles de La Plata merecen una explicación”.
La última aparición pública de Gabriel Mestre como arzobispo, durante el Tedeum del 25 de mayo
Para cerrar su idea, el arzobispo platense recordó que “Mestre es obispo desde 2017; biblista y profesor, bien preparado para la tarea providencial en que la mitra lleva por dentro de una corona de espinas. Hubiera sido un gran arzobispo”. “Hago notar que su lema episcopal reza ‘Jesucristo es nuestra paz’. Nos ha dado un buen ejemplo al aceptar en paz la arbitrariedad. Pero los autores de las rarezas no creo que puedan disfrutar de esa paz”, concluyó.
Como ya informó un portal local de noticias, en la mañana del 27 de mayo el propio Mestre comunicó a los fieles platenses que ya no estaba más a cargo de la Iglesia platense ya que el Sumo Pontífice le había aceptado la dimisión, la cual había sido pedida por el Papa por diferencias que resultaron irreconciliables respecto a la transición que se dio en la diócesis de Mar del Plata.
Ese mismo día se supo que la conducción quedaría de manera transitoria en manos del obispo auxiliar Alberto Bochatey, como “administrador apostólico” de la arquidiócesis, quien ya se desempeñó entre agosto y septiembre de 2023 en el mismo cargo, cuando el exarzobispo Víctor “Tucho” Fernández asumió en Roma como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
El ex arzobispo Gabriel Mestre
Desde ese momento, comenzaron las especulaciones respecto a cuál sería el destino de Mestre una vez afuera del arzobispado por diferencias notorias con el Papa. El propio exarzobispo dio pistas sobre esa tensión cuando en su carta expresó: “En la Ciudad Eterna -por Roma-, después de confrontar algunas percepciones distintas con lo acontecido en la Diócesis de Mar del Plata desde noviembre de 2023 hasta la actualidad, el papa Francisco me pidió la renuncia a la sede platense”, escribió.
Bochatey informó que llegó a un acuerdo con el exarzobispo para que se quede colaborando, al menos hasta que sea designado un nuevo titular de la Iglesia platense, en las parroquias y capilla de la diócesis que no tienen sacerdote.
Voceros del Arzobispado ratificaron y dieron algunos detalles sobre lo dicho por Bochatey. “Hay varias capillas que en este momento no tienen sacerdote a cargo, por lo que Mestre va a realizar esas tareas, como confesar y dar las misas”, dijeron.
Alberto Bochatey tuvo su primera aparición pública como administrador apostólico en la conferencia de anuncio de la colectade Cáritas
De acuerdo a lo que se desprende de las palabras de Bochatey, la relación suya con Mestre no se vio afectada por la crisis que terminó con su salida. La charla para acordar su continuidad y la decisión del sacerdote saliente de seguir colaborando dan cuenta de ello.
Bochatey también explicó que la intención es dar continuidad a las iniciativas y proyectos que estaba llevando adelante Mestre como arzobispo, entre ellas la decisión de abrir los archivos de la Iglesia. Y ratificó que los problemas que motivaron su salida no se registraron en La Plata sino en Mar del Plata.
