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Mató a su abuela a golpes en La Plata durante Navidad: una pericia descarta la inimputablidad

Un informe oficial sobre el acusado de matar a su abuela en City Bell parece desbaratar la coartada de la defensa. Nueva audiencia en La Plata.

Una pericia oficial hace tambalear la teoría de la defensa del acusado de matar a golpes a su abuela en City Bell, hecho juzgado por el Tribunal Oral Criminal II de La Plata. La familia de acusado confirmó su consumo problemático de drogas. Matías Bustos confesó el crimen de Valentina Peralta en la vivienda de 139 entre 477 y 478.
Bustos llegó a juicio oral acusado de “homicidio agravado por el vínculo y alevosía”. Pero durante el debate, y luego de escuchar a varios testigos, la fiscal de juicio Victoria Huergo amplió la acusación a “homicidio agravado por el vínculo, con alevosía, ensañamiento y por violencia de género”. La única pena posible es la prisión o reclusión perpetua.
En la audiencia de este lunes salió a escena una pericia sobre la salud mental de Bustos. Del informe surge que no es inimputable ni tampoco tiene problemas mentales. Según el estudio forense, posee “una personalidad con rasgos predisponentes a jerarquizar y/o priorizar sus intereses cobre el de los demás, escasa empatía por terceros, tendencia a la racionalización y proyección de sus acciones, conservación del juicio crítico y una internalización de normas propias, donde la búsqueda del placer inmediato suele priorizarse”.
También se señala que ostenta un “trastorno de personalidad, el cual no le impide comprender y dirigir sus acciones”, es decir, comprendió la criminalidad de su acto. Pero la defensa tiene otra mirada al respecto.
Victoria Huergo, fiscal de juicio de La Plata, agravó la acusación por el crimen en City Bell.
El defensor oficial Manuel Bouchoux no discutió la autoría material del crimen, pero sostiene que su asistido no comprendió la criminalidad de su conducta (apela a la inimputablidad), que eventualmente se podría tratar de un caso de imputabilidad atenuada, ya que ejecutó el crimen en un estado de “intoxicación” por drogas, bajo un estado que no pudo dirigir sus acciones habida cuenta la alteración de sus sentidos producto de la adicción.
También señaló que la confesión fue realizada delante de policías sin la asistencia letrada y planteó la nulidad del acta de procedimiento, pero fue rechazado. Los jueces entendieron que se trató de una manifestación espontánea del acusado sin haber sido coaccionado.
Melany Bustos es la hermana del acusado. Recordó que su abuela trabajaba como empleada doméstica y era voluntaria en un hospital. Confirmó que su hermano se drogaba. También que le había pegado a la mujer en otra ocasión, lo que robustece la teoría de la violencia de género solicitada por al fiscal en una de las ampliaciones de la acusación.
Sandra Paiva es la pareja de Bustos. Confirmó que Bustos le contó en dos oportunidades que había soñado con matar a su abuela y que eso le daba “placer”.
En otro orden amigos del acusado también confirmaron el consumo problemático de drogas y que se ponía violente, pero esa circunstancia no se condice con lo que declararon policías en la primera audiencia quienes señalaron que el acusado los recibió “recién bañado” y que actuaba “con total frialdad”.
Durante la primera audiencia de debate que comenzó el viernes 24 de mayo declararon los policías que llegaron a la escena del crimen y el médico que realizó la autopsia al cuerpo de la víctima. Los relatos del personal uniformado no dejaron de generar espanto y asombro. El informe del médico dio cuenta de un ataque con “violencia” y “mucha fuerza”. El acusado estuvo la mayor parte de la audiencia con la mirada baja.
Los seis policías que declararon lo hicieron en el mismo sentido. Todos confirmaron que Bustos confesó el crimen, y que lo repetía todo el tiempo, de manera espontánea. “Él nos refería que estaba su abuela sin vida, él llamó al 911, estaba muy tranquilo, con ropa limpia como recién bañado”, describió uno de los uniformados.
“Decía que no la aguantaba más, estoy cansado, la maté a golpes, le di piñas, así festejé mi cumpleaños”, fueron otras de las frases que según los testigos policiales decía el procesado.
En este marco una de las mujeres policías que estuvo en el procedimiento recordó que el joven dijo: “Todo el tiempo escucho voces que me decían que la tengo que matar”. Esto no pasó por alto para la defensa que tomó nota de esta información que será utilizada para sostener su teoría del caso en la etapa de alegatos.
Otro policía señaló: “Yo lo vi como que no sabía lo que había hecho”. Esto también llevó línea argumental para la defensa. Los estudiantes de Ciencias Jurídicas que presenciaron el debate no salían de su asombro.
Mauricio Ferrández fue el médico que realizó la pericia sobre el cadáver. Señaló que la causa de la muerte fue un “traumatismo de cráneo y un shock hipovolémico (gran pérdida de sangre)” por la rotura del hígado.
La víctima “tenía muchas lesiones en su rostro y cráneo, una costilla fracturada que perforó el hígado, hematomas en los dos ojos, fractura de mandíbula, nariz y varios huesos del rostro”, describió el profesional.
Para el médico forense se trató de un ataque con extrema “violencia” ejecutado con un “puño con mucha fuerza”. A preguntas de los jueces aseveró que la lesión más dolorosa “sin duda fue la fractura de mandíbula” y aclaró: “Todas las quebraduras de huesos son dolorosas, pero en este caso la que más dolió es la de la mandíbula”, y dio las explicaciones científicas de esa afirmación.
El juicio oral está a cargo del Tribunal Oral Criminal (TOC) II de La Plata integrado en esta oportunidad por Claudio Bernard, Silvia Hoerr y Juan Carlos Bruni. La próxima audiencia será el lunes 3 de junio con el testimonio de más peritos y luego será el turno de los alegatos.

Fuente: 0221

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