El frío y la falencias en la culminación de la obras que permitan optimizar el uso del gasocucto Néstor Kirchner profundizó la crisis energética que desde hace dos semanas castiga especialmente a los sectores que utilizanla GNC. En La Plata, una de las ciudades más afectadas por esa situación, son los taxis y remises que usan ese combustible.
La situación no tienen a la vista visos de solución, por lo que los sectores afectados están en emergencia por las serias complicaciones que funcionar. Mientras que desde la Federación que nuclea a las estaciones de servicio aseguran que sigue reinando la incertidumbre.
La desesperación es más visible entre los taxistas, quienes la semana pasada realizaron un piquete en los accesos a la ciudad. Las dificultades para cargar GNC los coloca al borde de la desesperación y sin la posibilidad de generar ingresos con su trabajo, una actividad que ya está decaída por la crisis de recesión que afecta a la población.
En ese marco, en la últimas horas se supo que el Gobierno nacional ordenó restringir el gas en las industrias para intentar evitar un apagón el desabastecimiento del suministro domiciliario y los cortes de luz al no poder garantizar el funcionamiento de las centrales térmicas. Y en confirmó adempas que La Plata y Mar del Plata son el epicentro de la crisis energética.
Las estaciones de servicio de La Plata siguen proveyendo GNC a cuentagotas
Ante los problemas de abastecimiento que se vienen registrando en varios puntos de país, situación que en la provincia de Buenos Aires tiene epicentro en la capital provincial y La Feliz, donde desde hace días se interrumpió casi por completo el expendio de Gas Natural Comprimido (GNC) en las estaciones de servicios.
El Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS), que declaró el estado de “pre emergencia”, envió una nota a las distribuidoras y transportistas de gas para garantizar el suministro a los usuarios residenciales, lo que técnicamente se conoce como “demanda prioritaria”; y con ello extendió las limitaciones tanto a las estaciones como a las industrias.
La zona más crítica en territorio bonaerense hasta ahora es La Plata, donde ya se registraron colas de más de un kilómetro para cargar GNC ya que solo cinco establecimientos tienen contratos “en firme”, es decir no interrumpibles. En Mar del Plata, en tanto, dos tercios de las estaciones tienen este tipo de contratos.
En la semana que termina, la Federación de Expendedores de Combustibles bonaerense reclamó al gobernador Axel Kicillof que intervenga en el conflicto por el abastecimiento de Gas Natural Comprimido (GNC).
Desde la Federación indicaron que el problema se extendió también en los últimos días con cortes prolongados en las estaciones con contratos “firmes”, es decir, en la totalidad de los establecimientos de La Plata, lo que motivó una intimación concreta al Enargas y a la distribuidora Camuzzi. “El desabastecimiento de fluido persiste y las dificultades para cargar gas siguen siendo cotidianas”, afirmó su presidente, Juan Carlos Basílico, subrayando la gravedad de la situación. En ese sentido, el panorama se agrava con el pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional, que anticipa un invierno crudo con heladas y temperaturas bajo cero.
En busca de soluciones, Basílico adelantó que solicitarán una reunión con el gobernador Kicillof y el intendente de La Plata, Julio Alak, ya que en la capital provincial la faltante de GNC pegó de lleno y se ven colas en estaciones de hasta un kilómetro para cargar.
El cuello de botella entre la oferta y la demanda de gas se produjo, en parte, por el clima -el otoño está registrando temperaturas mucho más bajas de lo habitual- y, principalmente, por la falta de previsión del Ejecutivo nacional.
Las autoridades argentinas se demoraron demasiado en continuar con las obras inconclusas en tres plantas compresoras del gasoducto Néstor Kirchner que podrían haber permitido duplicar la cantidad de gas que llega desde Vaca Muerta a la provincia de Buenos Aires en general y el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) en particular.
Las obras inconclusas en el gasoducto Néstor Kirchner habrían permitido duplicar la cantidad de gas que llega desde Vaca Muerta.
La finalización de esas obras en Neuquén y en territorio bonaerense se retrasaron tras el cambio de gobierno y fueron reactivadas recién en las últimas semanas. En cualquier caso, se espera que en el corto plazo se puedan inyectar al sistema otros 5 millones de metros cúbicos para sumarse a los 11 millones disponibles hoy. En el sector indican que si las plantas de Tratayén, Salliqueló y Mercedes se hubieran terminado en los plazos previstos, Vaca Muerta ya estaría inyectando al menos 22 millones de m3 diarios.
