La inflación, el vertiginoso aumento de los servicios y el derrumbe del consumo son un cóctel al que pocos comercios pueden hacerle frente, más allá de su tamaño y renombre. Así quedó confirmado en las últimas horas y es que el local de la cervecería Patagonia anunció su cierre definitivo en medio de la crisis económica que atraviesa el país.
La Plata es una ciudad cervecera y el local, ubicado en 20 y 50, era visitado cada noche por decenas de vecinos dispuestos a disfrutar de su buena gastronomía, pero las consecuencias del ajuste impulsado por el Gobierno nacional finalmente pudo más.
“Queridos amigos, queríamos contarles que a partir de hoy (por este miércoles) cerramos nuestras puertas definitivamente”, escribieron los responsables del espacio a través de las redes sociales, confirmando la triste decisión.
El Refugio de Patagonia de 20 y 50 cerrará sus puertas por la crisis económica.
Con cariño y también un gran dolor, además, agradecieron el apoyo de quienes fueron sus fieles clientes y cerraron el posteo con un “¡hasta siempre!”.
Hace menos de un mes, la cervecería Monkey Beer ubicada en la esquina de 12 y 47 cerró sus puertas definitivamente. El local estaba funcionando desde hacía cinco años pero en el último tiempo “la gente ya no tenía mucha plata”.
En diálogo con un portal local de noticias, la encargada Micaela Viaggi Vandenrock contó que “venir pensando en cerrar jamás fue una opción, Monkey viene desde hace 5 años y se tenia pensado seguir así; aparte la onda que tenemos con los vecinos, con los clientes, amamos a nuestra comunidad”.
La cervecería Monkey Beer cerró sus puertas a finales de abril.
Sin embargo, el “aumento de los servicios de forma excesiva es una cosa insostenible”, dijo y agregó que es algo que se repite en otros locales de la ciudad. “Aumenta todo menos los sueldos para las personas; y es re triste esto porque encima nadie cae de que nos vamos, ni nosotros como empleados ni los clientes”, agregó entonces.
Comerciantes de La Plata manifestaron estar muy preocupados tras el incremento de más del 300% entre las dos últimas boletas de luz y gas. Indicaron que si bien podrían trasladar los aumentos a sus bienes de venta, “la gente ya no tiene dinero”.
Así lo indicó el titular de la Asociación de Panaderos Platenses, Hugo Natale. “Los valores de los productos a veces no se incrementan para no perder recaudación, pero ha habido ajustes en algunos precios”, dijo, al tiempo que mencionó que varios colegas le comentaron sobre aumentos masivos en las tarifas de gas.
“Cada uno cobra como puede según su clientela. Pero si hay más aumentos de servicios, con el tiempo, los cierres de negocios serán masivos”, lamentó el dirigente.
La situación es crítica ya que los consumidores no tienen el dinero necesario para comprar los productos básicos. “Hay una ecuación lógica. ¿Quién puede gastar 5.000 pesos por día en una panadería si compra pan, pan rallado y alguna galleta? No le dan los números al asalariado promedio”, concluyó en diálogo con El Día.
En el mismo rubro, el panadero platense Carlos Proia dijo que “pagaba 33.000 pesos de luz y ahora 68.000; de gas llegó 160.000 pesos, el 300% mas”. Las tarifas no solo subieron en la región, sino que en todo el país. Desde el sector estiman que unas 160 panaderías cerraron en Argentina porque no podían mantenerse.
“Los alquileres son otro factor importante, una panadería cercana a Meridiano va a cerrar porque no puede renovar el contrato”, agregó Proia.
La caída del consumo y el alto costo de las tarifas se ve reflejada en el funcionamiento del horno. Mientras que antes lo usaban para cocinar entre 10 y 15 bolsas de harina por día, actualmente están utilizando una, pero con el mismo costo energético.
Si para el pan el presente es complicado, lo es aún más para los vendedores de productos más elaborados, como sánguches de miga. “Los fabricantes de pan de miga dicen que no tienen ventas, sale 7.000 pesos para elaborar cuatro docenas de sánguches. A eso hay que sumarle el fiambre, la mayonesa y el costo del empleado, una unidad termina saliendo 1.000 pesos”, dijo el panadero.
El empresario textil y gastronómico Martín Bizet sostuvo que el costo de la luz se triplicó y la actualización de los alquileres fue del orden del 50%. “Los salarios también se nos están haciendo cuesta arriba, tenemos costos fijos por las nubes y el consumo totalmente deprimido. Tenemos una utilidad muy baja. Se empiezan a ver comercios que cierran en City Bell, cuatro o cinco en Plaza Belgrano, dos o tres en Cantilo y en las trasversales también, cosa que no se veía”, señaló.
Indicó que hay una marcada preocupación en el sector: “El comercio es la actividad más pujante al nivel PBI, representa el 17% y puede haber serias pérdidas de puestos de trabajo”, analizó el empresario.
En tanto, desde la Asociación de Amigos de Calle 12, el comerciante Martín Ranea sostuvo que esta es época de renovación de alquileres y dijo que el aumento de luz fue gigante y todavía no se terminó de trasladar a los precios.
“Se sabe que el gas va a aumentar en 30 o 60 días, entonces ya hay que empezar prever qué se aumenta, pero en un escenario que si uno se pasa, cae aún mas la venta. Hay que estar muy atento”, finalizó Ranea.
