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Juicio por jurados en La Plata: declararon la viuda y la hija del jubilado de YPF asesinado en Berisso

El hecho ocurrió el 2 de julio de 2016 en una vivienda de Berisso. La esposa complicó al acusado. La hija llevó alivio a la defensa. Cinco jornadas en La Plata.

Con la declaración de la viuda y una de sus hijas, testigos presenciales del hecho, comenzó en La Plata el juicio oral por el mecanismo de jurado popular que tendrá a su cargo la resolución del crimen de un jubilado de YPF hecho ocurrido el 2 de julio de 2016 en 11 entre 149 y 150 de Berisso.
En el banquillo de los acusados se encuentra César Emanuel Castaño, vecino de la víctima fatal Alberto Chamorro, procesado por “homicidio agravado criminis causa”, delito que tiene una pena en expectativa de prisión perpetua. La defensa está en manos de los letrados Julián Rimada y Martina Rafetto. La acusación es impulsada por la fiscal de juicio del departamento judicial de La Plata Helena De La Cruz.
Castaño también es juzgado por dos hechos de robo con arma blanca registrados también en Berisso (un kiosco y un almacén) que ocurrieron durante el año que estuvo en libertad antes de volver a prisión por el homicidio del jubilado.
En su alegato de apertura la fiscal enfatizó que el acusado fue reconocido por las dos mujeres testigos presenciales del hecho. A su turno la defensa señaló que “las víctimas que lo reconocieron están atravesadas por emociones”, agregó que según datos de la ONG Innocence Proyect “el 75% de las condenas erróneas se dieron por reconocimientos falsos en ruedas de personas” y enfatizó que tras escuchar a los testigos “la presunción de inocencia de la que goza Castaño no se alterará”.
Helena De La Cruz, fiscal de juicio de La Plata.
Durante las testimoniales ambas mujeres señalaron en la sala de audiencias al acusado que estuvo presente. Ese reconocimiento en el lugar fue, obviamente, delante del jurado ciudadano selecciones, 12 titulares y seis suplentes.
Nelly Rodríguez es la viuda de Chamorro. Fue la primera testigo en declarar durante la audiencia de este martes 21 de mayo. Recordó con una memoria asombrosa el hecho traumático que marcó a toda la familia.
“Esa noche terminamos de cenar, con mi hija levantamos la mesa y nos pusimos a lavar los platos, yo lavaba ella secaba. Mientras tanto mi marido recogió el mantel de la mesa para ir a sacudirlo al patio”, señaló la mujer.
El abogado Julian Rimada dialgo con su asistido antes del inicio de juicio por jurados solicitado por la defensa.
El jubilado prendió la luz de la galería, salió al patio y a los pocos segundos la mujer escuchó “qué hacés vos acá” rememoró, “pensé que estaba hablando con un perro o alguien conocido”. Segundos después su marido se trabó en lucha con el agresor, intenta ingresar a la vivienda para cerras la puerta. La testigo intentó ayudar a su marido mientras su hija fue a buscar las llaves.
“Él (por el agresor) quería entrar por eso forcejeaban la cara de él me persigue hace ocho años, me tuve que ir del barrio por las amenazas de la madre” del acusado que “intentaba culpar a otro y me quiso mostrar una foto”.
La viuda aseveró que lo reconoció “en ese momento” del ataque: “César Castaño, un vecino, lo conozco desde que nació”. Sin embargo, a preguntas de la defensa, la testigo dijo que tardó varios días en dar su nombre a los investigadores porque “estaba en shock”. Durante todo ese tiempo el nombre del acusado era mencionado por la vecindad como el autor del hecho. La viuda declaró “dos o tres veces” en la investigación y recién en su última exposición dio la identidad del sospechoso. “El hecho que no lo haya nombrado no significa que no fue, destruyó a toda una familia, yo estaba bajo los efectos de un shock nervioso, tuve que ordenar mis ideas, en mi segunda o tercera declaración” dio la identidad del acusado. Para eso ya habían pasado varios días.
Hasta el momento las partes desarrollan el juicio oral en un marco de respeto y cordialidad.
Cuando le solicitaron si podía realizar in dictado de rostro, un identikit, en ese momento la viuda señaló: “No, no le vi bien la cara”.
Durante el ataque a su marido Nelly observaba al agresor. “Mi mirada iba a su cara, me impresionaba la furia, el odio, nunca vi tanta furia y odio en un rostro, la mirada de él iba hacia mí, como lo hace ahora, con el mismo odio y la misma furia”.
Tras confirmarse el deceso, a los pocos minutos, llegó a la escena del crimen la fiscal Betina Lacki. “La fiscal Lacki vino a mi casa, me tranquilizó, me dijo ‘no se preocupe señora esto se va a esclarecer’”.
Una clásica postal de una audiencia de juicio en el fuero Penal de La Plata.
La testigo recordó que eran “una familia muy unida, donde estaba uno estaba el otro, nos protegíamos mucho, no entró a robar entró a matar”.
La defensa tomó nota de cada palabra de la viuda y, con mucho tacto, le preguntó si no existía un prejuzgamiento de su parte. La respuesta no tardó en llegar: “No es prejuzgamiento, es la vida que él llevaba”.
Celeste Chamorro es hija de la víctima fatal y, a grandes trazos, ratificó todo lo que había declarado su madre minutos antes. Durante la investigación reconoció al acusado en rueda de personas que se realizó un mes después, cuando el nombre de Castaño corría en el barrio como reguero de pólvora. Los vecinos lo sindicaban como el asesino. Sus hábitos nocturnos, sus juntadas en las esquinas a beber alcohol con amigos y sus antecedentes por resistencia a la autoridad, le jugaban en contra.
La testigo recordó que, tras la rueda de personas realizada en una de las sedes de la DDI La Plata, la madre del acusado fue a la casa de la víctima y les gritó que su hijo es “inocente” al tiempo que señalaba a otra persona como el autor material del crimen.
Tras el crimen de su padre la familia estaba en shock, la viuda dijo que pudo reconocer al agresor, pero su hija confirmó que en ningún momento la madre le dijo que fue César Castaño. “Después de un tiempo” que no pudo precisar la madre le dijo que fue el acusado.
Con el dato de la identidad la hija buscó el nombre por la red social Facebook, antes de la rueda de reconocimiento. Con la identidad del presunto autor y luego de ver fotos de Castaño la testigo fue a la rueda de personas y señaló “al número 3”, era Castaño.
Ramiro Fernández Lorenzo, juez técnico a cargo de la dirección del juicio por jurados en La Plata.
A partir de allí la suerte del acusado se selló en una prisión preventiva que ya lleva siete años. Estuvo uno en libertad que luego fue revocada por la Cámara de Apelaciones y Garantías de La Plata, medida confirmada por Casación provincial.
Durante el año que estuvo en libertad Castaño fue acusado de cometer dos robos agravados por el uso de arma blanca. Según la acusación el primero de ellos ocurrió en un almacén de calle 152 entre 8 y 9. El segundo se registró en un kiosco de calle 151 entre 8 y 9. “Tres hechos distintos, con distintas víctimas, con una misma arma”, asestó la fiscal en sus lineamientos acusatorios.
Se estima que el debate se extenderá hasta la noche del viernes 24 de mayo momento en que el jurado popular dará a conocer el veredicto que será informado por el juez técnico Ramiro Fernández Lorenzo del Tribunal Oral Criminal (TOC) I de La Plata.

Fuente: 0221

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