Emiliano Gómez tiene de 30 años, es de La Plata y desde 2019 vive en Brasil , no muy lejos de Río de Janeiro. Hace una semana sufrió un grave accidente con su moto y hoy pelea por su vida, internado en un centro asistencial desde donde deberá ser trasladado en algunos días para una mejor atención. Ese tratamiento demandará gastos que su familia no puede afrontar y por eso pide ayuda.
El joven se fue al país vecino a los 25 años y detrás de esa mudanza hay una historia de amor y fuerte vínculo con su madre, quien está jubilada por padecer una discapacidad y requiere medicamentos que le son difíciles de costear.
La mujer tiene dificultades en la movilidad y padecimientos cardíacos. “Es el sustento de todos los medicamentos de la madre, su vida era religiosamente trabajar para guardar plata”, dicen quienes lo conocen.
En 2019 Emiliano dejó se radicó en Cabo Frío, la popular ciudad turística de Río de Janeiro ubicada a unos 10 kilómetro de Arraial do Cabo. Su objetivo, al tomar la decisión de irse a Brasil era trabajar y enviar dinero a su madre. Lo viene logrando a partir de que pudo empezar a trabajar duro en paseos turísticos como guía, también es fotógrafo y estudiaba turismo internacional.
Emiliano Gómez, con su mamá Karina
Sus amigos cuentan que todo en su vida tiene el propósito de ayudar a Karina Lencioni, su madre que en las últimas horas pudo viajar gracias a la ayuda de sus amigos para estar cerca de Emiliano.
Según el testimonio de Yair, el amigo con quien comparte el alquile y fue quien tuvo el último contacto, el accidente ocurrió cerca de las 2:30 del sábado 27 de enero. “Voy para casa”, fue lo último que llegó decirle. El choque fue cuando volvía de Buzios para Cabo Frío, en Río de Janeiro.
El viernes a la noche salió para Buzios con su moto y cerca de las 2 de la mañana me llamó para avisarme que ya estaba volviendo. Me fui a dormir y cuando me levanté al otro día no lo encontré”, contó. El joven cuenta que Emiliano siempre avisaba sobre sus movimientos por lo que el pánico los invadió cuando no dio más señales.
Con Florencia, otra amiga argentina, fueron a una sala médica de la zona y desde allí los derivaron al hospital de la ciudad. Allí escucharon la peor respuesta: “¿Es un argentino? Sí, está acá. Tuvo un accidente de moto, chocó contra un poste”.
Emiliano Gómez con su moto
En ese momento, Emiliano estaba a punto de ser trasladado al hospital regional de Araruama -unos 40 kilómetros para el centro de Río de Janeiro- porque estaba “muy grave” y su atención requería de equipos de alta complejidad.
Ingresó a terapia intensiva con coma inducido con fractura expuesta de clavícula y hombro, contusión en el pulmón, y otra en la cabeza.
Poco después fueron recabando datos del accidente. “No se mató porque llevaba un buen casco”, revela Yair. Y brinda detalles sobre esos momentos de zozobra: “Llegamos sin saber qué había pasado. Si estaba alcoholizado, si lo habían chocado, si le habían robado…”.
Una filmación de una cámara ubicada en una de las esquinas donde ocurrió el accidente, a unos 5 kilómetros de llegar a su casa, mostraba a una moto pasando por el lugar en el mismo horario que estaba volviendo Emiliano. Al encontrarse de repente con una loma de burro, perdió el control, se desvió del camino e impactó de lleno contra un poste. “Era alta y no estaba señalizada. Parece que no llegó a frenar a tiempo”, analiza la familia.
Emiliano perdió el conocimiento y fue rescatado rápidamente por personal de Bomberos. Tuvieron que operarlo ese mismo sábado de la fractura expuesta de clavícula. “Le salió por la espalda. Fue una quebradura expuesta. Los médicos nos dijeron que lleva una recuperación larga”, contaron. Además, tenía la cabeza muy hinchada.
Con el correr de los días, la inflamación fue bajando y también tuvo mejorías en relación a la lesión en el pulmón. Sin embargo, en ningún momento pudo recobrar el conocimiento en su totalidad. No puede hablar y apenas abre los ojos durante unos segundos, sin lograr una mirada nítida.
Su mamá pudo pagar con ayuda de los amigos del joven el vuelo para viajar a Brasil y estar al lado del mayor de sus tres hijos. Sin embargo, relata el dolor que la invade.
“Me dijeron que le tengo que ir diciendo lo que le pasó. Supuestamente escucha todo. Ante mi desesperación de verlo en la cama, yo le pedía ‘por favor hijo, despertate, te necesito… necesito que estés despierto'”, cuenta Karina a Clarín
Desde el hospital le dijeron a la familia que dentro de una semana o diez días podrían cambiar a Emiliano de sala, lo que demandaría que se empiecen a hacer cargo de todos los gastos. “Acá estamos todos trabajando y aportando, pero no nos alcanza”, explican sus amigos, que iniciaron una colecta en redes sociales para juntar fondos y así poder hacerle frente a las importantes tarifas médicas.
Desde Argentina, a través de Mercado Pago:
Desde Brasil, a través de transferencia:
Desde Brasil, a través de Vakinha Online:
