Efectivos de la Policía Bonaerense aprehendieron a uno de los hombres que destruyeron a martillazos uno de los aparatos del nuevo sistema de control biométrico de asistencia que la Municipalidad de La Plata colocó en diferentes dependencias públicas en el marco de la auditoría general ordenada por el intendente Julio Alak. Los incidentes se registraron el último jueves en la Delegación de Los Hornos, en medio de las protestas generalizadas de trabajadores comunales por el escalonamiento en el pago de los sueldos y fuertes reclamos de mejoras salariales.
El operativo que permitió dar con uno de los apuntados tuvo lugar en las últimas horas del viernes, a partir de la denuncia penal que el Municipio efectuó ese mismo día ante la Justicia. El imputado, de 43 años, fue identificado como Gerardo Javier Currenti y se desempeña como empleado municipal. El resto de los agresores, en tanto, siguen siendo intensamente buscados.
La aprehensión, según se informó, se llevó adelante por el delito de “daño al patrimonio público” producto del ataque que tuvo lugar alrededor de las 7.30 del 1° de febrero, en la delegación ubicada en 137 y 64. El hecho quedó registrado en las cámaras de seguridad del organismo y las imágenes fueron claves para dar con el acusado.
Fuentes municipales explicaron que en las imágenes se ve el momento exacto en el cual cuatro hombres ingresan al lugar y uno de ellos destruye con un martillo el dispositivo que había sido instalado recientemente para controlar el presentismo y “fortalecer la transparencia institucional”.
Las autoridades locales agregaron además que el incidente tuvo lugar, además, en medio de un amedrentamiento a la empleada administrativa que se encontraba en ese puesto de trabajo y al resto de los agentes municipales que se desempeñan allí.
“Cabe recordar que la denuncia penal efectuada por la Municipalidad de incluyó no solo el delito de daños al patrimonio público municipal, sino también los de amenaza coactiva, intimidación pública y atentado contra la autoridad”, añadieron en la Comuna y cerraron que en la presentación realizada se dejó constancia que los hechos evidencian “una clara intencionalidad de infundir un temor público” y se llevaron a cabo “claramente con un fin coactivo de amenaza e intimidación”.
