El restaurante Vinito, ubicado en Barrio Hipódromo, anunció recientemente que cerrará sus puertas, a pesar del éxito de su propuesta en La Plata. La decisión tomó por sorpresa a todos los empleados y en especial a su chef, Verónica Casinelli, la cara visible del lugar.
Vinito: chinchineo y platitos, fue inaugurado en enero del año pasado y, con su propuesta centrada en diferentes variedades de vinos con platos de autor para comer al estilo “tapeo”, cautivó los paladares de los platenses desde el primer día.
El estrecho local, ubicado en diagonal 74 entre 115 y 116, siempre estaba lleno y la demanda era tanta que, en ocasiones, se instalaban mesas en la rambla de la diagonal. Por ese motivo, fue grande la sorpresa cuando el dueño del local decidió cerrarlo.
La información fue comunicada en las redes sociales de Vinito, donde apenas dos días atrás se invitaba a los platenses a asistir con normalidad. “Con mucho dolor tengo que informar que el propietario de Vinito, decidió de manera abrupta y sin previo aviso, cerrar”, informó la chef del restaurante en la cuenta de Instagram y agregó que la decisión “deja sin trabajo a 13 personas y sin instancia previa de diálogo”.
El restorán ubicado en Diagonal 74, entre 115 y 116, siempre estaba lleno y en ocasiones, se instalaban mesas en la rambla de la diagonal.
El posteo fue publicado el lunes y recibió más de 1900 likes y más de 300 comentarios de usuarios que compartían su desazón. Entre ellos, la chef ejecutiva del área de pastelería de París confitería, Rocío Serrano, quien manifestó: “Admiré este lugar desde el día uno que me llevaron. ¡No lo puedo creer! Solidaridad con todos los trabajadores de Vinito. Lujazo tenerlos en la ciudad”.
En el centro, Verónica Casinelli, chef de Vinito, junto al equipo de trabajo. En total, trece personas se quedarán sin trabajo.
Por el tono de la publicación, queda en evidencia que, además de abrupto, el cierre implicó un serio conflicto entre los empleados y el dueño, a quien la chef Verónica Casinelli identificó como Alejandro Daniel Fernández. “Quiero dejar en claro que no es por la crisis actual”, agregó Casinelli respecto del motivo del cierre y continuó: “Vinito fue un lugar en el que sentíamos el privilegio de trabajar a salón completo todas las noches. Gracias a que ustedes, en este contexto, nos seguían eligiendo”.
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Al ser la cara visible del lugar y ante la posibilidad de que se creyera que la decisión había sido de ella, Casinelli buscó desmarcarse aclarando: “Esta decisión abrupta me deja muy expuesta como profesional, pero no puedo hacer nada para revertirla ya que no soy la propietaria capital. Sólo soy la creadora creativa (sic) del espacio y empleada jerárquica, pero empleada al fin, como el resto de los 12 trabajadores que quedaron sin trabajo”.
