La Torre II de 12 y 54 fue el lugar donde se detuvo el Carpool de un portal local de noticias para recoger a Julio Alak, candidato a intendente de La Plata de Unión por la Patria. Desde ese punto arrancó el paseo del nuevo espacio “ Yo candidato, en marcha”, inaugurado para las elecciones 2023.
Allí funcionan las oficinas del Ministerio de Justicia bonaerense del cual Alak es titular desde la asunción de Axel Kicillof como gobernador.
El funcionario paró por una hora su agenda de gestión para hablar de sus deseos de volver a ser intendente después de 16 años. Contó del pedido del propio gobernador y de la militancia peronista y asegura que lo decidió su “vocación de servicio”.
Pero la recorrida por las calles de la ciudad, que incluyó un paseo por las Plazas Moreno e Islas Malvinas, los talleres de Gambier y la avenida 72 que durante su gestión cerró el cuadrado de la circunvalación, le dispararon al hombre que gobernó durante cuatro mandatos los recuerdos más variados. El recorrido –mate en mano– terminó en la vieja estación de Meridiano V, donde el candidato se detuvo a contar –como evidentemente le gusta- una de tantas historias.
Desde las primeras incursiones en política en el Centro de Estudiantes de la facultad de Derecho hasta la promesa realizada frente a la Catedral en las primeras elecciones en las que tenía la misión de no perder por más de 20 puntos.
Pero también habló de su infancia en Benito Juárez, su desembarco en La Plata en plena dictadura, sus primaros trabajos y las amistades que forjaron su perfil militante. “Tengo un plan”, machaca el exintendente que quiere volver a serlo y cuenta que nunca más, desde aquel 10 de diciembre de 2007 en que dejó el cargo, volvió a transitar los pasillos. “Nadie me invitó”, lamenta y cuenta que en ese lugar tenía hasta una cama para las jornadas de trabajo que se extendían.
