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Maxi Guidici dio detalles de la noche previa a su internación: “Me quería relajar pero me seguía sintiendo nervioso”

El ex Gran Hermano debió ser ingresado al Hospital Ramos Mejía en la madrugada del viernes luego de haber tomado gran cantidad de tranquilizantes

Wanda Nara y Mauro Icardi mostraron la entretenida actividad que comparten cuando están solos en su casa de Turquía

26 Sep, 2023
La noticia sobre la internación de Maxi Guidici en la madrugada del viernes conmocionó a todo el país. El ex participante de Gran Hermano había sido llevado por el SAME al Hospital Ramos Mejía, luego de que su ex novia, Juliana Díaz, y su amigo, Alexis Conejo Quiroga, lo encontraran semidormido en su departamento producto de la ingesta de un blister de pastillas tranquilizantes. El parte policial indicaba que se intentaba de un “intento de suicidio”. Y, según se supo, el cordobés se encontraba con problemas de ansiedad debido a la falta de trabajo post reality y su ruptura sentimental.
Lo cierto es que, este lunes, el cordobés mantuvo un mano a mano con Ángel de Brito y contó en detalle cómo fueron las horas previas a su hospitalización, que incluyeron un siniestro vial frente al estudio desde donde se graba el Bailando 2023. “Creo que el choque tuvo que ver con que estaba mal. Medio boleado, si bien no había ingerido nada tenía mi cabeza con varias cosas que me estaban afectando”, comenzó diciendo el joven en LAM.
Y, reconociendo que hay momentos que no tiene demasiado claros en su mente, recordó que luego de la grabación lo llamaron para hacer una nota y, ahí, se enteró de que su ex había anunciado la separación mediante su cuenta de Instagram. “Eso me afectó bastante. Ya lo habíamos hablado, pero yo le había dicho de sacar los dos una historia juntos. Lo que pasa es que por una discusión anterior dejamos de hablarnos y ella decidió sacarla. Y yo me di con eso y me fui más boleado todavía”, relató.
¿Qué fue lo que pasó esa noche? “Compré alcohol…Me quería relajar. Y me seguía sintiendo muy nervioso. Así que me tomé una pastilla, un Clonazepam. Y seguí tomando, pero me seguía sintiendo más nervioso…Y es como que se me empezaron a juntar un montón de cosas, frustraciones que ya traía desde hace rato”, contó Maxi visiblemente angustiado.
Luego, Guidici reconoció: “Quizá, el estar al lado de Juli y ver tan de cerca a alguien que estaba viviendo otras cosas, me generaba más frustración. Un sentimiento horrible que, lamentablemente, lo puedo llegar a comparar con cierta envidia…No sé. No me gustaba sentirlo. Y estaba hundiéndome cada vez más en eso. Pero, sobre todo, me hacía sentir mal afectar a otra persona con eso”.
Sobre las expectativas que tenía depositadas en el reality de Telefe, contó que no tenía demasiadas. “Más allá de decir qué bueno que hasta altura de mi vida pueda llegar a vivir de algo que disfrute. Porque he pasado por todo”, dijo el cordobés. E hizo un raconto de todos los trabajos por los que pasó: “Mi sueño era poner un hosel en la playa. Hice de todo. Al final pude conseguir un puesto muy bueno en una empresa de seguros, como administrativo, pero estaba todos los días atrás de una computadora y no era lo que quería”.
Finalmente, Maxi contó que después de ocho años, dejó ese empleo y vendió todo lo que tenía para ponerse el hostel en México y, a los dos meses, comenzó la pandemia del coronavirus. “Obviamente, me fundí. Estuve con varados para sostenerme un poco. Y, para recuperarme, me animé a una aventura bastante peligrosa, porque me fui a los Estados Unidos y estuve cuatro meses trabajando ahí. Me sirvió. Pero en el medio de todo eso me doy con el fallecimiento de mi papá y ni siquiera podía venir, así que tuve que hacer el duelo allá”.
Lo cierto es que, después, Guidici volvió a Córdoba y abrió un hostel en su casa natal junto a su madre, Estela. “Y sin querer me di con Gran Hermano. Mi expectativa era decir: ‘De acá en más quería que me salga algo que me entretenga como para poder vivir de eso’. Pero no tenía nada definido. Siempre me gustó la comedia pero nunca lo vi como algo cercano. Después de que salí de la casa me di con toda la euforia. Pero no sabía como manejarme. Así que me empecé a desesperar un poco y, después, esa desesperación se fue transformando en frustración”.
Si usted, o algún familiar o allegado suyo, está atravesando una crisis emocional de cualquier tipo, siente que nada tiene sentido o se encuentra atrapado en una situación a la que no le encuentra salida, llamar al 135 (línea gratuita desde Capital y Gran Buenos Aires) o bien al (011) 5275-1135 (desde todo el país).

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