23 Sep, 2023
El sábado pasado Andy Kusnetzoff regresó con PH Podemos hablar en su séptima temporada al aire de Telefe. Con un formato más corto, enfocado en el último trimestre del año, el conductor presentó el formato habitual estilo del programa, en el que apunta a conocer los puntos en común de los invitados de ámbitos más diversos, con algunos segmentos novedosos que el público recibió de buena manera, a juzgar por el promedio de 11.1 puntos de rating.
Para el segundo envío del ciclo, la producción ya confirmó los invitados. Se trata de Lizy Tagliani, conductora del éxito de Telefe Got Talent y excompañera de Andy en Perros de la calle, la panelista Vicky Xipolitakis, el conductor y humorista Humberto Tortonese, el flamante extenista Guido Pella que en los últimos días anunció oficialmente su retiro y el youtuber Robleis, uno de los más destacados de su generación. Orígenes e historias diferentes para intercambiar diferentes historias de sus vidas.
En su primer envío, PH tuvo en el piso a Abel Pintos, Paula Chaves, Damián Betular, Julieta Poggio y Marcos Ginocchio. En uno de los estrenos de la temporada, Andy sentó al cantante bahiense en una silla y presentó una consigna que a primera escucha pareció extraña: “Este programa que se llama Podemos Hablar, ahora va a tener una parte que se llama No podemos hablar”, anticipó y pasó a explicar de qué se trataba.
Los participantes fueron pasando uno por uno para sentarse unos segundos cara a cara con el músico, que permanecía con los ojos cerrados y los abría ante la orden del conductor. Como había señalado, la única condición era que no se comunicaran de manera verbal. Podían hacerlo sosteniendo la mirada, con una sonrisa o un leve parpadeo.
El momento más emotivo fue cuando la silla la ocupó Jorge, el hombre que había acompañado al cantante durante toda su carrera. Así que cuando Pintos lo vio, se quedó unos segundos inmóvil, hasta que se largó a llorar. Con un gesto muy tierno, el músico se acarició sus propias manos, se sonrió y las lágrimas rodaron por su cara.
Finalmente, el que se sentó enfrente de Abel fue el conductor y le preguntó cómo se sentía. “Estoy muy bien”, dijo y enseguida se explayó en cada uno de los instantes emotivos que había vivido. “Cada vez que pasó alguien me fui metiendo más en la idea del paso del tiempo. Lo primero que advertí es que tuve que llegar a un programa de televisión para pasar tiempo mirando a los ojos a alguien sin decir nada. Y cuando se me instaló esa idea empezó a crecer a medida que fueron pasando las personas”, reflexionó.
“Cuando pasó Jorge, mi compañero de vida, que es mi manager desde hace casi 30 años pero es un hermano de la vida para mí me acordé de algo”, reveló el cantautor. “Justamente hace unos días estuvimos hablando mucho del paso del tiempo, cómo nos ha transformado y nos ha parado en distintos lugares. Él empezó a trabajar conmigo cuando yo tenía 13 años y ahora trabaja con un hombre con dos hijos”, agregó, explicando sus lágrimas y compartiendo su reflexión.
La otra novedad llegó al principio, cuando Andy pidió que bajara una canasta desde lo más alto del estudio y lanzó una serie de preguntas. Sin dar demasiadas explicaciones, los invitados debieron apuntar en base al prejuicio o la intuición, aquel que “creen que se le sale más rápido la cadena o “el último en sacar la billetera a la hora de pagar”. El habitual ejercicio para romper el hielo, una marca de estilo del programa, pero con un formato diferente.
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Quiénes son los invitados de Andy Kusnetzoff para PH Podemos hablar
En su segundo envío de la temporada, el ciclo de Telefe presenta un panel de visitas bien variado