María Fabiola Mosquera Lires es desde hace poco más de un año la secretaria general de la poderosa Unión Personal Civil de la Nación (UPCN) seccional bonaerense uno de los sindicatos que nuclea a la fuerza laboral de ámbito público tanto provincial como municipal. Reivindica la gestión de su antecesor Carlos Teodoro Quintana (ya fallecido) y apuesta a las mujeres, a la juventud y a la victoria del peronismo en los ámbitos nacional, provincial y municipal de la mano del candidato Julio Alak.
De 56 años, oriunda de Berisso, antes de convertirse en secretaria adjunta de Quintana en 2018, Mosquera se desempeñaba como secretaria de Prensa de la seccional. Inició su camino como empleada de la administración pública bonaerense dentro del Instituto Cultural de la provincia
Desde hace varias semanas que se enfrenta a cielo abierto con el intendente de La Plata Julio Garro en reclamo de aumentos salariales para los municipales. A mediado de junio pasado, ante la falta de respuesta, el gremio envió una misiva para reclamar la urgente reapertura de la paritaria sectorial para frenar la pérdida de poder adquisitivo.
El 13 de septiembre pasado UPCN realizó un paro total de actividades con movilización de las y los trabajadores municipales de La Plata, medida de fuerza a través de la cual la organización gremial reclamó la urgente reapertura de paritarias salariales y el pago de un bono de 60 mil pesos por parte del gobierno que encabeza Garro.
A través de esta medida de protesta, además, pidió una garantía salarial para que ningún trabajador del municipio platense cobre por debajo de los 140.000 pesos y el pase a planta permanente de la totalidad de los agentes precarizados.
En tanto, las movilizaciones que llevó adelante la organización gremial junto con los trabajadores y trabajadoras municipales se desarrollaron en las intersecciones de las calles 12 y 50 y 12 y 53, en las dependencias de Control Urbano, en la Terminal de Ómnibus y en la rotonda de 120 y diagonal 74, antes del acceso a la Autopista Buenos Aires – La Plata, entre otros puntos de la ciudad.
La medida de fuerza contó con total apoyo del secretariado General de la CGT Regional La Plata, que integran Julio Castro, Antonio Di Tomasso y Héctor Nieves, tesorero de UPCN.
La llegada de Fabiola Mosquera a la cumbre del gremio marcó un quiebre en el estilo de ese sindicato. De ser un “dialoguista” con todos los oficialismos, ahora muestra una línea más dura, en particular, con los gobernantes que no son del peronismo.
El inicio de su gestión al frente de la entidad no estuvo ajena a tensiones, heridas a revolver, y de los desafíos de reflotar una organización que perdió terreno en la relación con el gobierno provincial, ya que en calle 6 no pierden de vista el juego a dos bandos que siempre caracterizó al gremio. Los memoriosos recuerdan que cuatro días antes de Navidad 2022, la jefa de UPCN le prestó las instalaciones del camping en Los Hornos al intendente Julio Garro para el asado de fin de año en lo que fue un virtual lanzamiento por la reelección. Allí, ante cinco mil personas entre funcionarios, militantes, punteros barriales, empresarios y referentes de organizaciones, el jefe comunal repasó sus siete años de gestión y plantó las bases de su plataforma electoral 2023. El préstamo cayó mal entre la dirigencia peronista.
Apenas una semana después, UPCN mostró otras fichas en la “mateada” que el gobernador Axel Kicillof encabezó en la plaza Islas Malvinas, organizada por el peronismo platense. El gremio copó el mitín con sombrillas azules y blancas ubicadas justo detrás del mandatario y volantes con la leyenda “Axel 2023” que fueron lanzados por toda la plaza. Mosquera se ubicó a apenas un metro de Kicillof marcando presencia.
Tras el fallecimiento del histórico Quintana en julio de 2022, Mosquera quedó al frente del sindicato y desde entonces viene levantando el perfil y aceitando vínculos con distintos actores de la política local y provincial. Acaso para no repetir la mala elección de 2019, Mosquera decidió abrir el paraguas (o la sombrilla) temprano, aunque deberá definir de qué lado se queda. En aquel momento electoral, Quintana jugó para María Eugenia Vidal convencido de que la entonces gobernadora iba a resultar electa, algo que no ocurrió.
