La polémica en la Facultad de Odontología de la UNLP (FOLP) por las denuncias de abuso sexuales y de poder dentro de la unidad académica ubicada en 50 entre 1 y 115 no cede. En la últimas horas, la Federación Universitaria (FULP) sacó a la luz una carta fechada el 7 de septiembre pasado dirigida al decano Dr. Gabriel Lazo que habría sido escrita por un grupo de docentes en la que se habla de motivaciones políticas. Además, indicaron que los acusados siguen dando clases pese a que las autoridades dijeron que fueron apartados preventivamente y apuntaron que “la única medida es no tomar más exámenes orales como si eso resolviera el problema”.
En una publicación en la redes los estudiantes repudiaron y adjuntaron la carta enviada al decano por algunos de los docentes denunciados (aunque no se aclara quien). En esa nota, se manifiesta “el máximo repudio por los inventos de orden político de público conocimiento que fueron expresados en forma anónima y cobardemente publicados en las redes sociales que comprometen el prestigio de la institución y el buen nombre de gran cantidad de docentes entre los cuales figuran algunos ya fallecidos cuya integridad no está en discusión”.
Agrega que esas acusaciones son de una falacia total y fueron realizadas por personas inescrupulosas con fines exclusivos de desprestigiar los logros obtenidos por nuestra institución en los últimos años. Estos inventos políticos se basan en mentiras y en ningún momento se menciona el servicio a la comunidad que brinda a la Facultad de Odontología de la UNLP donde se atienden para gran cantidad de pacientes sin considerar su estrato social”.
Luego de que esta carta tomó conocimiento público, desde la FULP repudiaron “enérgicamente la versión de los hechos que busca instalar la gestión de Gabriel Lazo en la FOLP”. Y agregaron: “Mediante el discurso del “invento político”, se busca negar los hechos que ocurrieron y ocurren en la Facultad de Odontología y que desde la FULP venimos denunciando. Los docentes acusados, que según las autoridades están corridos, en la última semana se encontraron presentes en las aulas y la única medida que se tomo es no tomar más exámenes orales como si eso resolviera el problema”, denunciaron.
A su vez, los integrantes de la Federación opinaron que “esta carta muestra las practicas persecutorias y de lista negra que aun hoy, a 40 años de recuperar la democracia, siguen existiendo en la UNLP. En respuesta a las autoridades de esa facultad, estas prácticas afectan el prestigio de la institución porque el avance académico en esa institución parece estar más ligado a si se está a favor o en contra del decano que de méritos académicos propios”.
Por último, desde el gremio estudiantil subrayaron que “buscamos construir una universidad libre de todo tipo de violencias, donde los estudiantes podamos transitar las aulas y recibirnos como profesionales. Por eso mismo, invitamos a todos los estudiantes a seguir escribiéndonos y hacer las denuncias pertinentes. También le exigimos a las autoridades de la UNLP, la intervención inmediata de esta facultad”, cierra el texto.
un portal local de noticias intentó contactarse con las autoridades de la FOLP para saber si esta carta es verídica y si efectivamente los acusados siguen en las aulas pero no tuvo respuesta alguna.
Tal como informó este portal, la comunidad educativa de la facultad de Odontología de la UNLP atraviesa por estas horas una gran conmoción luego de que se conocieran las acusaciones de tres personas -dos de ellas estudiantes- contra tres docentes de la institución por abuso sexual y de poder.
De las tres denuncias que se hicieron públicas en las últimas horas, una tramita en la Justicia desde mayo desde este año, cuando la víctima -identificada con las iniciales AC- denunció los hechos ocurridos a partir de febrero de 2021, cuando comenzó a trabajar en el consultorio particular del odontólogo y docente al que se identificó como MA. Según afirmó la joven, su jefe comenzó de manera gradual, haciendo comentarios o preguntas sobre la intimidad con su novio, al mismo tiempo que se fueron haciendo más frecuentes las situaciones en las que la tocaba debajo de la espalda y afirmaba hacerlo “sin querer”, pidiendo que no le contara a nadie.
A esas situaciones se le sumó también la insistencia del profesional en hacerle masajes, algo a lo que ella se rehusaba. Primero lo hacía colocándose detrás de la joven, mientras trabajaba, masajeándole la espalda. “Cada vez que me masajeaba, intentaba tocarme alguna parte íntima”, denunció A.C. El profesional también insistía en hacerle masajes en la camilla, a lo que su empleada se negaba hasta que terminó cediendo por la insistencia. En esa ocasión, según su relato: “Comenzó a moverme la ropa con la excusa de los masajes y llegó a sacarme la remera y el corpiño”, además denunció que ese día el hombre llegó a tocarle sus partes íntimas. “No le importaba que hubiera pacientes esperando, hasta que tocaron timbre y dejó de hacerme masajes. Con vergüenza y ganas de llorar, fui a cambiarme”.
En su denuncia, la mujer afirma que en una ocasión tuvo un resfrío y su jefe se ofreció a colocarle corticoide inyectable. A la hora de poner la inyección, el hombre le pidió que se bajara los pantalones “hasta la rodilla”, algo que no era necesario. Tras pasar por una depresión, la joven realizó la denuncia.
Según había informado por la secretaria de Género de la Facultad de Odontología, Paula Tomas, el docente fue apartado preventivamente cuando se conoció la denuncia.
