Un repartidor de una aplicación de delivery fue agredido por un cliente a causa de un increíble motivo y terminó el hospital por una equivocación menor en el pedido. La víctima resultó con un dedo quebrado y, según denunció, ahora recibe amenazas por teléfono.
El hecho ocurrió el domingo por la tarde en la localidad platense de San Carlos. La víctima es un hombre de 25 años que trabaja ocho horas por día desde hace tiempo entregando paquetes con su moto y, según reveló, fue atacado brutalmente tras entregar un pedido en una vivienda de 43 entre 146 y 147.
El cadete explicó que golpeó en la puerta indicada, salió un joven y abrió el paquete en el que había “preservativos ultrafinos, una bebida energizante y un encendedor”, pero el comprador enardecido le indicó que ese no era el pedido exacto que había realizado. Al parecer, recibió un tipo de profilácticos distinto al que pidió.
Sin más que hacer, el repartidor emprendió el retorno hacia su moto para seguir trabajando pero el hombre le gritó y lo frenó: “Hasta que no arreglemos esto vos no te vas de acá”, le dijo. El joven le explicó que su trabajo era simplemente trasladar los paquetes y que él no preparaba la mercadería, pero la discusión fue subiendo de tono y en un santiamén el cliente lo atacó y él sintió un intenso dolor en un dedo de la mano izquierda: “Me hizo una toma y me lo fracturó. Tuve que ir al hospital San Martín, donde me lo entablillaron. Ahora por dos semanas debo tenerlo inmovilizado y no podré trabajar”, contó el delivery, quien es padre de dos nenes.
Lejos de terminar allí, las agresiones continuaron y es que la víctima denunció en diálogo con el diario El Día que el agresor consiguió su teléfono y comenzó a llamarlo. “Me amenazó, me dijo que era familiar de un político importante de la Ciudad y que sabía artes marciales. Que lo arregláramos a las piñas”, contó el cadete. Según trascendió, el llamado tuvo que ver con algunas publicaciones en las redes sociales donde varias personas dieron cuenta de lo sucedido e identificaron al presunto agresor con nombre y apellido, lo que desató su furia. El repartidor, en tanto, ya hizo la denuncia policial y espera que las autoridades intervengan para evitar que la situación pase a mayores.