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Este martes, la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Senadores de la Nación se prepara para debatir la Ley de Alquileres que Juntos por el Cambio logró aprobar en Diputados la semana pasada. Desde la Asociación Platense de Inquilinos, Diego Camillo, en diálogo con el programa Después del Mediodía por Radio La Plata 90.9 FM, destacó su oposición a la norma y exigió se declare la “emergencia habitacional” y se convoque a una reunión de concertación entre todas las partes para discutir el tema.
“Más allá de que hay que ver si se impondrán o no modificaciones a la norma, nosotros esperamos que no salga y el pliego se vote en forma negativa”, subrayó Camillo, al tiempo que agregó: “hay una situación que aqueja de forma angustiante al inquilinato en la ciudad, la provincia y el país, pero sobre todo al trabajador y, más que una ley lo que debe declararse es la emergencia habitacional, para que se congelen por 180 días los precios de los alquileres y las propiedades y, además, en forma inmediata se llame a una reunión de concertación con los propietarios, las organizaciones del inquilinato, el Ministerio Justicia y Derechos Humanos, la Cámara de Comercio y Desarrollo Territorial”.
En tanto que explicó: “Los últimos números censales muestran que el inquilinato creció un 105%, se han construido más de 500 mil viviendas, pero el número de propietarios bajo del 73 al 65%. Por lo que hay una realidad que es mucho más compleja que la Ley de Alquileres”.
Por otro parte, Camillo advirtió sobre la complejidad de la situación del mercado inmobiliario platense: “La cuestión no se puede resolver de una forma unilateral. Hay una realidad que preocupa, con contratos fuera de la norma. Esos reclamos nos llegan una vez por semana y generan temor en el inquilino, pues sabe que no pueden ir contra su derecho; pero si ejercemos la potestad jurídica se sienten amenazados o pasan a formar parte de las listas negras”.
“El problema es que no estamos discutiendo el tema más profundo que es quienes son los reales dueños del ladrillo en Argentina”, reclamó, y sumó: “Una propiedad que no es el escudo que puede tener un jubilado a alguien que en un momento pudo acceder a una casita para tener un ahorro. Hoy es el escudo de quienes empiezan a concentrar las propiedades tanto en La Plata como en el país”.
“No creo que con una ley eso se modifique. Pero tampoco creo que haya inquilinos que puedan afrontar una suba de alquiler cada cuatro meses, ni que puedan renovar cada dos años, cuando eso, en la práctica, es renovar cada año y medio”, puntualizó.
“Acá hay un poder minúsculo, que son quienes tienen mayor poder y usan el acceso a la vivienda. La realidad es que acá se está representando a los intereses de una minoría que es parte de la concentración del capital”, explicó.
Más tarde, Camillo apuntó contra la responsabilidad del Estado ante la falta de regulación, porque, consideró que “no controló el cumplimiento de los contratos y dejó que se ponga al capital económico por sobre la vida humana”.
“Nosotros somos el eslabón más débil porque solo queremos acceder a un techo y eso, en Argentina, es imposible. La casa propia ya no existe, lo vemos en los números censales. Y cuando se intentó hacerlo posible, con el Procrear, por ejemplo, también faltó organización y cierto control. Seguir haciendo políticas públicas sin control no sirve de nada”, apuntó.
“Y con respecto a la Ley, ¡era una locura atar un alquiler a la inflación!, obvio que se iban a retirar las propiedades”, exclamó.
Por último, Camillo aseveró que el país va hacía, lo que llamó “la privatización de las ciudades”: “El pequeño propietario no podrá sostener la vivienda cuando no haya quien se la alquile, por lo que esas casas se venderán a los dueños del ladrillo. Ya no sabremos ni a quienes les alquilamos. No va a ser gente de carne y hueso. O quizás, sean, como hoy, testaferros”.