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“Quiero hablar con él; perdí todo”: desde los 13 años no ve a su papá, busca su abrazo y duerme en una iglesia de La Plata

“No sé cuánto tiempo me queda”, dice Gustavo. Una historia triste pero que gracias a las redes sociales podría tener final feliz

"Quiero hablar con él; perdí todo”: desde los 13 años no ve a su papá

Gustavo Arrech vive en La Plata y busca desesperadamente a su papá. Quiere darle un abrazo. No lo ve desde que tenía 13 años.
En diálogo con LAPLATA1.com, Alberto cuenta que está pasando por un momento muy duro. De hecho se encuentra casi en situación de calle. Actualmente habita en una Iglesia Evangélica.
“Quiero verlo, hablar con él. Yo por mis malas decisiones perdí todo y estoy solo”, señala.
Alberto nació cuando su madre tenía 15 años y su papá 18. Cuando ella quedó embarazada debieron casarse. Pero la pareja duró solo un año. Luego su papá se marchó hacia Mar del Plata. Eran de Lobería.

“Yo tuve contacto con él hasta mis 13 años. Después él formó otra pareja. Yo no tuve una buena infancia. No estoy pidiendo nada material, solo quiero despedirme de mi padre mientras pueda. Ya perdí a mi madre en 2017, y no tengo más familiares de la línea paterna”, cuenta.
Y agrega: “Solo quiero hablar con él. Yo tengo 60 años, estoy operado de bypass y no sé cuánto tiempo me queda. Me pasaron el WhatsApp de la gomería que ahora atiende mi hermano Gastón (hijo de la nueva pareja de su papá) pero no logro que entienda mi pedido. Hoy yo no puedo hacer mucho y estoy casi en situación de calle viviendo en una iglesia evangélica”.
Gustavo recuerda que su padre era “muy vago” y que su madre lo “aguantó” solo un año. Por sus abuelos paternos, supo que su papá tuvo una vida intensa en la noche, muy desprolija.
“Yo viajaba a verlo pero no fui aceptado por la mamá de Gastón, y dejamos de vernos”, recuerda.
Gustavo cuenta que también vivió en Neuquén y Tandil, y luego arribó a La Plata, donde actualmente radica.
“Me operaron y hace 2 años que no puedo trabajar en lo mío que es la tapicería. Me aferré al Señor. Por eso es que necesito hablar o ver a mi papá. Me gustaría poder darle un abrazo antes de que no tengamos otra oportunidad”, completa Gustavo.

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