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El Grupo de Biología Estructural del Conicet La Plata, comenzó a revelar nuevos aspectos en la formación de la insulina, lo que podría permitir entender el mal funcionamiento de la hormona, que en ciertas ocasiones termina derivando en diabetes u otras enfermedades. Para conocer más al respecto, Diego Vázquez, miembro del grupo que se encuentra desarrollando la investigación, dialogó con Después del Mediodía y contó cómo llevan el proceso”.
“A finales del 2018, comenzamos a trabajar en una nueva línea, que no es tanto con la insulina, sino con una proteína previa, que se llama proinsulina, que es la proteína inicial. Después de varios procesamientos que ocurren en células particulares del páncreas, termina dando a la insulina, que se almacena en los gránulos de secreción del páncreas, y se mantienen ahí hasta que, por una ingesta de azúcar, son liberados al torrente sanguíneo y regula los niveles de azúcares”, explicó Vázquez.
A su vez, Vázquez explicó que esto “no significa que se va a encontrar una cura inmediata” pero que “del proyecto surgieron dos resultados que son bastante interesantes”. “Por un lado, es bien sabido que la insulina es una hormona que muchos pacientes con diabetes necesitan en cantidades significativas y que tiene un costo bastante elevado. En esta línea empezamos a trabajar la proinsulina, que no está disponible comercialmente en grandes cantidades, pero que en el laboratorio nos pusimos como objetivo fabricarla nosotros mismos.
En esa misma línea, explicó que “no es una proteína muy sencilla de purificar, pero lo hemos logrado. También nos da pie para, eventualmente, poder hacer la transformación de la proinsulina a la insulina, y poder también producirla nosotros. Todo esto, en escala laboratorio, para después poder ser comercializable”.
Por último, se refirió a las polémicas declaraciones del candidato más votado de las PASO, Javier Milei, quien dijo que, en caso de asumir, cerraría el CONICET. “Fue un golpe shockeante para todos los que trabajamos en investigación, no sólo en Conicet. En principio te diría que es algo inviable, por el simple hecho de que en todas las partes del mundo, la financiación de cualquier investigación en ciencias básicas proviene del estado. En Estados Unidos, en Europa, en Asia, en donde quieras” y agregó que “todas las principales potencias del mundo financian sus investigaciones en ciencia y tecnología. Un ejemplo de eso fueron las vacunas contra el COVID. El conocimiento necesario para generarlas ya existía hace muchos años, gracias a investigaciones financiadas por organismos estatales, aunque después las empresas hayan producido masivamente.