Ezequiel pensaba tener un domingo tranquilo. Se tomó el micro 273 de 7 y 50 hacia la República de los Niños.
Cuando bajó del bondi, todo se vino abajo: “Inmediatamente me di cuenta que me olvidé la mochila en el micro”, dice a LAPLATA1.com.
En ese momento entró en plena desesperación, pero tuvo una idea tan lúcida como paciente: se quedó dos horas en la parada esperando que volviera a pasar exactamente el mismo micro.
Él sabía que tarde o temprano esa unidad tenía que volver a la República de los Niños. Por supuesto, corría el riesgo de que algún pasajero se haya “llevado” la mochila. Era una espera riesgosa.
“Yo tenía ahí todas mis pertenencias”, recuerda Ezequiel. Finalmente el micro volvió a pasar y el joven encaró al chofer. Era el momento de la verdad. “¿Por casualidad, viste una mochila negra?”, le consultó. Y el conductor le dio la mejor noticia: la tenía al lado suyo. “La encontré en el último asiento”, le comentó.
“Todavía hay gente buena y amable en este mundo. Muy agradecido al chofer del micro”, agrega, aunque no sabe su nombre. Al menos el momento quedó fotografiado. Quiere que se viralice para que todos conozcan a su “héroe”.
“Obviamente había pasajeros cuando le pregunté y aplaudieron cuando me dio la mochila”, completa Ezequiel. Zafó.
